miércoles, 9 de febrero de 2011

La clemenza di Tito

Despues del concierto de ayer, en el que pudimos apreciar la combinación del clarinete con la voz, es un buen momento para profundizar en este repertorio. Os sugiero que escuchéis este aria de la ópera de Mozart "La Clemenza di Tito" Kv. 621, escrita para soprano y orquesta con clarinete obligato, es decir, con un solo muy importante para clarinete, en el que se sitúa a la misma altura que la voz para representar el aria. El clarinete que utilizó Mozart es el clarinete di basetto en la, un clarinete soprano pero que amplía su extensión hacia el registro grave, llegando hasta el do escrito, no hasta el mi como en nuestros clarinetes.
Es un aria de bravura, virtuosística en el que el tema dramático que se desarrolla aparece muy diferenciado en dos partes: la primera, muy lírica y más lenta y la segunda realmente virtuosa y más rápida.La intervención tan destacada del clarinete se debe a que en el estreno, tocaba el amigo de Mozart, Anton Stadler.

Parto, parto, ma tu ben mio,                                Ya, ya me voy pero, tú, bien mío,
Meco ritorna in pace;                                             vuelve a estar en paz conmigo;
Sarò qual più ti piace;                                           será como te plazca
Quel che vorrai farò.                                              todo lo que quieras, haré.
Guardami, e tutto oblio,                                        Mírame, y lo olvidaré todo,
E a vendicarti io volo;                                            y volaré a vengarte.
A questo sguardo solo                                          ¡Solamente esa mirada tuya
Da me si penserà.                                                 ocupará mis pensamientos!
Parto, ma tu…                                                        Me voy pero tú…
Ah qual poter, oh Dei!                                          ¡Ah! ¡Qué poder, dioses,
Donaste alla beltà.                                                concedisteis a la belleza!

La clemenza di Tito (La clemencia de Tito) es una ópera seria en dos actos, compuesta por Wolfgang Amadeus Mozart basado en textos de Metastasio.
Fue compuesta para la coronación de Leopoldo II de Austria como rey de Bohemia. Muestra la imagen de un gobernante recto pero clemente con su pueblo, incluso ante un intento de asesinato contra su persona preparado por Vitelia y llevado a cabo por Sexto, su amigo.

La trama se desarrolla en Roma, en la época del Imperio romano. 
Acto I
En el primer acto, Vitelia, hija del destronado emperador Vitelio, clama venganza contra el nuevo emperador, Tito, de quien además está enamorada. Utiliza a Sexto, vacilante amigo de Tito, que está enamorado de ella, para actuar contra el emperador. Pero cuando Vitelia conoce que Tito ha enviado a Berenice, de quien ella estaba celosa, de vuelta a Jerusalén, le dice a Sexto que espere para llevar a cabo sus deseos, esperando que Tito la escoja a ella (Vitelia) como emperatriz.
Tito, sin embargo, escoge a la hermana de Sexto, Servilia, y ordena a Annio que le lleve su mensaje a Servilia. Annio y Servilia, sin saberlo Tito, están enamorados. Servilia le cuenta la verdad a Tito, pero reconociendo que, si Tito insiste en casarse con ella, obedecerá. Tito agradece a los dioses la lealtad de Servilia e inmediatamente rechaza la idea de interponerse entre ella y Annio.
Al tiempo, sin embargo, Vitelia ha oído el interés de Tito por Servilia, y de nuevo arde de celos. Urge a Sexto para que asesine a Tito. Él está de acuerdo, y canta una de las más famosas arias de esta ópera, "Parto, parto." Casi al mismo tiempo, Annio y el guarda Publio llegan para llevar a Vitelia ante Tito, quien ahora la ha escogido a ella como emperatriz. Ella se retuerce entre la culpa y la preocupación.
Sexto llega al Capitolio con los demás conjurados y le prende fuego. Todos se horrorizan ante el incendio. Sexto anuncia que vio a Tito herido, pero Vitelia lo detiene antes de que se incrimine del asesinato. Todos se lamentan, en el lento y triste final del Acto I.
Acto II
Annio le cuenta a Sexto que el emperador Tito está vivo. Entre el humo y el caos, Sexto lo había confundido con otro Tito. Pronto llega Publio para arrestar a Sexto, explicando que era uno de los conspiradores quien vistió como Tito y fue herido, aunque no mortalmente, por Sexto. El Senado juzga a Sexto, al tiempo que Tito espera impaciente, seguro de que su amigo será exonerado; pero el Senado lo encuentra culpable y un angustiado Tito debe firmar la sentencia de muerte de Sexto.
Tito decide llamar primero a Sexto, intentando obtener más detalles de la conjura. Sexto asume toda la culpa y dice que merece morir, así que Tito le dice que así será y lo despide. Pero después de una larga lucha interna, Tito rompe la orden de ejecución de Sexto y decide que si a él, Tito, desean sus detractores acusarle de algo, prefiere que sea de ser demasiado clemente antes que de tener un corazón vengativo.
Vitelia se retuerce, presa de la culpa, y decide confesarlo todo a Tito, expresando sus esperanzas de ser emperatriz en el aria muy conocida de "Non più di fiori." En el anfiteatro, los condenados, incluido Sexto, esperan ser arrojados a las bestias salvajes. Tito va a mostrar su clemencia cuando Vitelia confiesa que es la instigadora de la trama de Sexto. Aunque el emperador queda consternado, la incluye a ella en el perdón general que ofrece. La opera concluye con todos los personajes alabando la extrema generosidad de Tito, mientras que él mismo pide a los dioses que acorten su vida cuando deje de preocuparse por el bienestar de Roma.
Como podréis comprobar, la versión corresponde a Cecilia Bartolli en el papel de soprano, Sabine Meyer al clarinete di basetto y a la batuta Claudio Abbado, dirigiendo a la orquesta del Festival de Lucerna.

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